—Robert, creo que Mariana es tu hija.
Dijo María sin preámbulos apenas estuvieron dentro de la suite de María y cerraron la puerta, Robert sintió tambalearse y una sensación agradable invadió su pecho, pero pronto negó con la cabeza.
—Eso es imposible mamá —dijo negando y con tanto dolor que se dejaba notar en sus palabras.
—Hijo, pero ya pasaron muchos años desde tu operación, aunque remota, existe la posibilidad de que pudieras haber dejado embarazada a Johana antes de que se fuera de Milán, los tiempos cuadran.
—No mamá, qué