Johana salió del restaurante a paso rápido, subió por el ascensor iba a su habitación, recogería su maleta, a su hija y se largaría, ella presentía que era un error venir a París en ese momento
«Es claro que se hospedaría en el hotel Larsson»
Se dijo Johana a sí misma, siempre en el fondo supo que vería a Robert en este viaje y sentía mucha rabia de que él la afectara de la misma manera que hace cinco años, aunque antes hubiera visto Natalie pegada a él su corazón era tan necio que insistía en amarle, al abrir las puertas del ascensor en el piso vip los niños tenían el caos propio de la infancia, a la banda de los primos Martino se un&ia