La luz del escenario tan fija en mí me cegó por unos instantes. De repente ya no tengo el mismo valor que antes, e incluso mi cuerpo está como gelatina. Siento que voy a perder las fuerzas en las piernas en cualquier momento, y caer al suelo sería el peor de las vergüenzas. La silueta de Dereck frente a mí me regresó a la realidad. Yo puedo hacerlo, no me echaré hacia atrás solo por un par de ojos demás, y que nos están observando tan detenidamente.
—¿Ocurre algo, mi amor? — susurró —. ¿Me falto incluir algo de la colección? — empezó a hojear los documentos en sus manos, y negué soltando el aire de golpe por la boca.—Dereck — levantó la cabeza y se me quedó viendo expectativo a mi respuesta. Nuestras voces hacían eco en el salón por el micrófono en sus manos —. S&ea