Estoy terminando de desayunar, Cius se tuvo que retirar porque fue llamado por el lord gobernador, ahí es cuando veo entrar a Zoe en el cuarto.
Su rostro lo dice todo, lo sabe…
-Hola, buenos días- El tono de su voz, también hace denotar que sabe que paso.
En la mañana, Cius le pidió a Ciel que lavara las sábanas en privado, no sé si fue algo bueno o malo, pero de seguro ella se lo dijo a Zoe.
-Buenos días- Le digo intentando fingir
-Porque tan radiante?... y tan colorada-
-Estoy colorada? -
-jajaja-
Zoe se sienta a mi lado, en la pequeña mesa que está en el enorme cuarto donde estamos hospedados Cius y yo.
Guardo silencio esperando el comentario de Zoe.
Zoe no dice nada.
Solo se queda mirándome con ojos picaros y una sonrisita.
Zoe singue sin decir nada.
Me contengo mientras tomo lo último del té que está en mi copa.
Zoe sigue sin decir nada y con sus ojos picaros viéndome.
-No lo soporto más, tengo que decirte que, si paso y fue sucio, ¡no sabía que todo eso eran tan lleno de fluidos