—¿Qué está pasando Clare? —pregunté aún más desorientada que antes.
—No lo sé cariño, Jessy llamó y dijo que reúna a todos aquí.
—Me ha pedido que recoja mis cosas del apartamento y las lleve a su casa, y que me quede aquí hasta que vuelva.
—Quizás recibió una amenaza de los Soul.
—¿Has hablado con Caleb?
—No cariño, desde que asesinó a mi esposo, él ha muerto para mí, y luego atentó contra Jessy, jamás podré perdonárselo, la ambición y el odio lo ciegan.
—Debe ser muy duro para ti.
—Lo fue. Al principio creí morir y no podía creer que fuera obra de Caleb, mi propio hijo. Pero luego lo enterré en el fondo de mi pecho. El niño que yo