Sonó el celular, era la hermana de Barbie que estaba reclamando su presencia.
-Hola, no, los padres de mi compañera nos invitaron a almorzar a Loana y a mí...sí, después te digo, ya lo sé, besos.
Miró a Charly, ruborizándose.
-Qué pesada es mi hermana.
-Qué fácil le mentís.
-Es que ella adivina todo en el aire y me quiero evitar problemas, solo quería que vaya para que cocine para esta noche.
-Me mandó un mensaje Seba, Loana está con él.
Dijo, guiñandole un ojo.
Barbie nuevamente se puso colorada.
-Mi chiquita...perdón, te juro que no me dí cuenta, tantas noches soñando con hacerte mía...
-¿De verdad?
-Ya te lo dije en la poesía que te escribí, hasta un poema hago por vos… y un perfume.
Ella sonrió y se colgó de su cuello.
-Te…-se puso roja y bajó la cabeza- me gustás mucho.
Charly supo que le estaba por decir algo que él quería escuchar y que ella no se animó a decirlo, sabía que Barbie no le iba a pedir nada, ni otra noche, ni repetir y eso hacía que sea él le que quisiera pedirle..