Elizabeth se subió al taxi dio la dirección y se acomodó, observó la vista nocturna de la ciudad, contempló a las parejas que caminaban de la mano y sonreían; recordó las palabras de Fernando, sintió disgusto y desagrado; la felicidad que mostraban esas parejas no la sentía cuando estaba junto a Fernando.
Él fue un salvador y confidente pero en las últimas semanas solo le importaba sostener relaciones sexuales, llenando de dudas a Elizabeth y llevándola ha cuestionar sus sentimientos.
El recorrido fue largo pero le sirvió para poner sus pensamientos en orden y confirmar que no deseaba continuar más una relación que no funciona. Tampoco funcionaría porque su corazón pertenecía a un hombre que aunque no le correspondía, no anhelaba estar con nadie más que no fuera él.
Antes de llegar, suspiró y decidida en mudarse al día siguiente, su plan era retomar su vida y enfrentar a Juan Pablo de ser necesario. Se bajó del taxi, entró al condominio y subió al ascensor.
Elizabeth entró al aparta