Elizabeth tenía mucho miedo faltaba poco para anochecer y no había encontrado a nadie caminando por la zona, ni siquiera alguna casa o finca. Comenzó a creer que era probable que estuvo corriendo en círculos; un poco desorientada se tropezó.
Santos con el equipo de búsqueda seguían dando vueltas en la zona, llevaban binoculares para poder verla desde el aire y uno de los acompañantes dijo: -Santos es la Sra.
-Dónde, dónde contestó Santos
-Allá está, parece desmayada. Bajemos.
Santos en el radio dijo: -Vayan a la casa nueva todos, la tenemos.
El helicóptero descendió cerca y los acompañantes de Santos la capturaron nuevamente.
Elizabeth intentó correr, pero sin fuerzas fue totalmente inútil el intento. Santos la esposó y le dijo: -Sra. no queremos hacerle daño, por favor no intente huir.
Al llegar a la casa nueva, Elizabeth sintió una angustia en su corazón, su imagen delicada había desaparecido, estaba totalmente sucia y desaliñada. Tenía varios golpes en la rodilla por la caída y