Juan Pablo fue muy breve al expresarse:
- Agradezco el apoyo a Elizabeth y a la empresa.
Cuando todos se regresaron a sus puestos, Marco aprovechó y se acercó a su hermano y le dijo:
- Felicidades hermano, te deseo lo mejor en tu matrimonio y quiero que sean muy felices juntos.
Abrazó fuerte a su hermano y luego se dirigió hacia Elizabeth y le dio un enorme abrazo, levantándola levemente del piso y le dijo:
- Eres una hermana para mí y soy feliz porque estás con el hombre que tu corazón eligió.
- Gracias, tus palabras son un abrazo a mi corazón, dedicó una mirada a Juan Pablo para que dijera algo más y Juan Pablo entendió.
- Marco quiero que seas mi padrino en la boda y me ayudes a lidiar con mamá porque sé que querrá tener el control.
Los tres sonrieron y estaban felices de convertirse en familia, Juan Pablo se retiró y se fue a su oficina porque tenía mucho trabajo pendiente.
Pero antes de ir hacia la oficina pasó por la casa de Elizabeth, consigo llevaba un enorme ramo de ros