—¡En tu vida solo puedes amarme a mí! ¡No puedes amar a nadie más! —exclamó Manuel arrodillado.
Mira, tan seguro estaba de su control sobre mí.
¿Pero quién decidió que sería manipulada toda mi vida?
—No puedo tragarme una mosca y encima decir que está deliciosa. Así que tú, mosca repugnante, lárgate de una vez.
Manuel lloró desconsoladamente, era la primera vez que lo veía así.
—Liana, te amo. Después de esto me di cuenta de que siempre has sido tú a quien amo. Sin ti, sufro tanto que no puedo soportar ni un día. Por favor, nuestros nueve años juntos, despertando cada día uno al lado del otro, ¿cómo podemos abandonarlo tan fácilmente?
Realmente quería vomitar.
Recordé cuando revisé el Instagram de Camila.
Durante los primeros años, Camila publicaba casi a diario: sus outfits, restaurantes, regalos que deseaba, ciudades que quería visitar.
Luego, todo aquello apareció en mis redes sociales.
Porque lo que Manuel me compraba, los restaurantes donde me llevaba, los regalos que me daba, los