13. El paraíso...
Capítulo 13. El paraíso de los amantes
El murmullo grave de los motores fue lo primero que sintió al abrir los ojos. La penumbra cálida del avión privado aún la envolvía, apenas interrumpida por la luz tenue de lectura que colgaba sobre su asiento. Mariana parpadeó varias veces, confundida. La manta todavía la cubría hasta la cintura. Había dormido profundamente, demasiado, como si el cuerpo le hubiera exigido un respiro después del huracán vivido en el aeropuerto.
Lo siguiente que notó fue una mirada profunda, era Emiliano.
Él estaba inclinado sobre ella, con una copa de vino en la mano... se preguntó ¿Cuánto tiempo había pasado dormida? Y ¿Cuánto había bebido él?
Emiliano la observaba con un interés que la hizo estremecerse. No había ternura en su mirada; era un examen meticuloso, como si quisiera comprobar hasta el más mínimo detalle de su respiración, el movimiento de sus labios entreabiertos, el temblor de sus pestañas.
-- ¿Despierta? – le murmuró él, rozando con los nudillos la