Capítulo 482
Sonreí al escucharla, sin saber cómo responder.

—Pero ahora está mejor, la casa se ha animado —continuó Mariana, dándome un codazo—. No te vayas, quédate. Lucas siempre te ha esperado, no quiere a nadie más que a ti.

Me sonrojé, sin esperar que la conversación girara repentinamente en esta dirección.

Levanté discretamente la mirada hacia Lucas, sentado frente a mí, y para mi sorpresa, él también me estaba mirando.

Cuando nuestras miradas se encontraron, mi corazón se aceleró instantáneamente. Intenté calmarme y me concentré en seguir comiendo.

Nos habíamos levantado temprano, y Cachetoncito había estado de un lado para otro conmigo toda la mañana. Después de comer, comenzó a frotarse los ojos, listo para dormir.

Le dije a Lucas en voz baja: —El niño tiene sueño, mejor nos vamos.

Lucas miró su reloj —la una de la tarde— y respondió: —Sí, los llevaré.

Se levantó para avisar a Elena y Fausto.

Elena se mostró reticente: —Aquí también hay lugar para dormir, no es necesario que se vayan.

Sab
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP