Capítulo cuatro.

Jhonatan estaba tratando de camuflar su sorpresa detrás de una sonrisa de cortesía. No podía creer que la mujer con cara asombrada que había al otro lado de la pantalla, se trataba nada más y nada menos que la misma mujer con la que casi choca en esa calle.

—¿Tú eres Jhonathan Hawkins?— Preguntó ella. Él pudo notar que tenía el cabello rubio muy hermoso. Un detalle que no había notado cuando la vió en esa calle.

—Sí.— Contestó él con amabilidad, —Me imagino que tú debes ser Grace Clark, ¿O no?

—Ya de qué me sirve mentir si le envié mi foto en mi currículum.— Dijo ella.

—Tienes razón.— Agregó él, llevándose una mano al mentón y miro la pantalla para analizar a Grace. Ella era delgada de cabellera rubia y ondeada y lo que más le llamaba la atención eran sus ojos azules.

Era primera vez en su vida que veia una rubia con ese color de ojos.

—¿Tú me llamaste para seleccionarme como vientre en alquiler? ¿O me llamaste porque viste mi foto y me querías molestar?— Grace preguntó con el ceño fruncido y luego sonrió, —No me gusta perder mi valioso tiempo, señor Hawkins.

—A mí tampoco, Grace y si no está interesada en ser vientre en alquiler y lo considera una perdida de tiempo, podemos dejar esto hasta aquí.— Él estaba a punto de finalizar la videollamada. No quería perder su tiempo.

—¡No! ¡Espera!— Grace movió sus manos con exasperación, —Es que no te he dicho que acepto ser tu vientre en alquiler. Pero que es lo que tengo que hacer.

—Nos tenemos que reunir para organizar todo.— Dijo él con más calma.

—¿Cuándo? ¿Dónde nos vamos a ver?— Grace estaba interesada.

—Te mando la dirección de mi empresa por correo con la hora de la cita, ¿Te parece?— Él la miró con una sonrisa de labios cerrados.

—Espero su correo, señor Hawkins.— Ella sonrió, —Y reconozca que no tiene la culpa de que casi hayamos chocado en plena via pública.

—Yo no tuve la culpa.— Él se llevo una mano a los labios, —Grace tú te metiste en mi camino.

—Yo lo ví primero. Tú te fueras esperado.— Añadió Grace, —En fin, espero tu correo, señor Hawkins.

(⁠◔⁠‿⁠◔⁠)

Grace finalizo la llamada. Todavía no podía creer que estaba a punto de llegar a un acuerdo con Jhonathan Hawkins para alquilar su vientre. Pero le resultaba más cómico que fiera ese hombre con el que casi choca en plena vía pública.

—Grace, ¿Estás despierta? ¿O estás con alguien en la habitación?— Paula estaba detrás de la puerta, —¿Estás con un galán que se metió por la ventana? Si es así dime y te dejo en paz.

—No.— Grace abrió la puerta, —Y ojalá pueda tener un galán para meterlo de manera secreta por la ventana. Pero por ahora estoy soltera y sin empleo.

—¿Alonso no se ha intentado poner en contacto contigo?— Paula le preguntó con curiosidad.

—En el camino me compre una nueva línea. Pero estoy segura de que pronto tendrá este número.— Grace estaba preocupada.

—Si se atreve a tocarte. Lo denunció.— Juro Paula, —Alonso es un idiota y manipulador.

—¡Te tengo un chisme!— Grace la miro y colocó sus manos sobre su hombro, —Espero y no te enojes por lo que voy a hacer.

—¿Qué estás planeando Grace Clark?— Paula la miro, achicando la mirada, —¿Qué planes tienes en mente? ¡Espero y no sea perdonar al infeliz de Alonso!

—¿Qué? ¿Yo perdonar a Alonso?— Grace había comenzado a reír, —No, ¿Cómo crees que voy a perdonarle a ese infeliz, manipulador, alcohólico por todo lo que me hizo?

—Es un alivio, ¿Cuál es la noticia?— Paula ladeo la cabeza.

—Llevas tiempo viviendo en Chicago y me imagino que debes conocer la empresa Suministros de Brillo Hawkins cuyo CEO es Jhonathan Hawkins.

—La conozco. Es una empresa muy prestigiosa.— Dijo Paula.

—Debido a mi situación económica he decidido alquilar mi vientre a Jhonathan Hawkins.

—¿Alquilar tu vientre? ¿Estás segura de hacer eso, Grace?

—Me tengo que reunir con él en su oficina.— Dijo Grace, —Si su propuesta me resulta conveniente.... Con gusto lo hare. Pero si es algo no conveniente... Lo rechazó, así de sencillo.

—Me parece bien y bueno...— Paula la miro, —Tenía que comentarte que dentro de pocos días me tengo que mudar a Phoenix.

—¿Qué? Apenas estoy llegando a Chicago y ya te quieres ir.— Grace hablo con tristeza, —¿O es que tienes un galán allá que te está esperando?

—Ojalá.— Paula sonrió con timidez, —Pero me mudo para perseguir mis sueños. Desde que tengo uso de razón he querido aprender natación y se me abrió una puerta allá en Phoenix.

—Ve y persigue tus sueños, Paula.— Grace sonrió y observo el correo que le había llegado, —Ahora me tengo que duchar porque tengo una reunión con Jonathan Hawkins en una hora y media.

—Recuerda si te conviene, acepta, sino, rechaza.— Sugirió Paula.

Grace unos minutos más tarde estaba bajo la ducha. El agua caía rápidamente por la desnudez de su delgado cuerpo y no paraba de acariciarse la barriga.

¿Qué se sentiría estar embarazada? ¿Qué se sentiría llevar en su vientre un bebé?

(⁠◔⁠‿⁠◔⁠)

Jhonathan Hawkins llegó diez minutos antes que la hora acordada de la reunión para organizar todo. Estaba vestido de manera presentable y se había aplicado un costoso perfume en su ropa y cuerpo.

En pocos minutos llegaría Grace Clark para la reunión y tenía que llegar a un acuerdo con ella. Grace era la mujer perfecta para llevar a su primogénito y futuro sucesor en su vientre.

Estaba escribiendo unos datos en el contrato y de repente sintió la puerta abrirse. Por un momento pensó que se trataba de ella. Pero no, era nada más y nada menos que Leticia Jones.

—¿Qué estás haciendo aquí?— Preguntó él, dejando el bolígrafo sobre su escritorio, —Leticia en pocos minutos tengo una reunión importante.

—¿Te molesta mi presencia en este lugar?— Leticia se sentó en la silla de mecanismo basculante y comenzó a acomodarse los lentes y a abrir una chupeta de fresa, —¿De qué va la reunión?

—Ya no tengo porque estar dándote explicaciones, Leticia.— Dijo Jhonathan con seriedad.

—¿Es sobre lo de eso del vientre en alquiler?— Leticia lo miro y lo señalo con la chupeta, —¿Es eso? ¿Adivina?

—Leticia, ¿Te podrías retirar de mi oficina ahora mismo?— Él uso su mano derecha para señalar la puerta de salida, —Tengo una reunión importante.

—No.— Dijo Leticia, —Primero quiero verle la cara a la mujer que te va a alquilar el vientre y después me retiro.

—¿Por qué tienes que ser tan conflictiva?— Jhonathan termino de escribir los datos en el contrato y después la miro, —Leticia, creo que he sido paciente contigo. Te ordeno que te vayas de mi oficina o tendre que llamar a seguridad.

Él se levantó y rodeo el escritorio. No podía permitir que Leticia arruinada su reunión. Ella estaba sentada en la silla de mecanismo basculante con una expresión sarcástica en su rostro y con la chupeta dentro de su boca.

—Ya te dije que después que le vea la cara a la mujer que te va a alquilar tu vientre.... Me voy.

—No eres cualquier mujer, Leticia, ¿Puedes entender eso? Nos acabamos de divorciar y lo menos que quiero es que ella se sienta incómoda.

—Ella no tiene que saber que estamos recién divorciados.— Leticia sonrió.

—Me gusta ser directo. Ella tarde o temprano lo tendrá que saber. Pero siento que está no es la forma correcta.— Jhonathan se llevó la mano al puente de la nariz, —No quería llegar a esto, Leticia. Pero tendre que llamar a seguridad.

Él comenzó a caminar hasta el escritorio. El teléfono de oficina estaba activo y estaba marcando el código y llevándose el móvil al oído.

De repente Grace Clark entro a la oficina. Estaba con vestimenta presentable y su cabellera rubia estaba atada en una cola alta y elegante.

—Yo soy Grace Clark.— Dijo ella.

Leticia que estaba sentada en la silla de mecanismo basculante se levantó rápidamente y la señalo con la chupeta:

—¿Tú eres Grace Clark?— Le preguntó y sin esperar una respuesta, añadió en voz alta, —¡Tu marido está en Chicago! ¡Y te está buscando!

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