—¿Para dónde me vas llevar?— Vanessa estaba tratando de mantener calmada. Al mismo tiempo que trataba de ganar el tiempo suficiente, —¿Ya sabes que muchas personas están acá y que mínimo alguien ya te vio?
—Me vale una moneda de cincuenta centavos si la gente me ha visto. Pero usted se viene conmigo por las buenas o por las malas.
—¿Tú serías capaz de matarme en este lugar?
—Creeme que no me vas a querer seguir provocando si te digo que no.— Contestó Alonso en un tono de voz lleno de frialdad y maldad absoluta, —Así que camina y vámonos que nos espera una larga sorpresa.
Vanessa estaba entrando en un estado de desesperación. La mayoría de las personas estaban enfocadas en el tema de la boda que no se habían dado cuenta de lo que estaba pasando.
Vanessa quería gritar. Necesitaba gritar. Sin embargo, el miedo habían provocado la desaparición inmediata de su voz. No podía hablar no podía gritar.
—No te quedes tanto tiempo parada allí, vamos camina...— Él la comenzó a empujar para que av