Al día siguiente
Me despierto un poco desorientada. Al parecer, no me acostumbro a no despertar en un lugar conocido y menos, que no tengo que levantarme temprano para ir a trabajar. Por lo que, después de recordar quien soy y donde me encuentro, me levanto, aseo y salgo a preparar el desayuno.Danell me había dicho que es importante que preparemos nuestra propia comida, por miedo a que nos envenenen, pero, no lo había hecho realmente desde que nos casamos. Entonces, si quiero enamorarlo, debo comenzar por su estómago.— Buen día, señora Castagnoli — saluda la mujer en la cocina.— Buen día — digo sintiéndome extraña aun por el apellido que usan para llamarme.— Estoy por preparar el desayuno, ¿necesita algo?— A eso vengo.— Bianca es una mujer de confianza, ella puede cocinarnos un poco y solo debes supervisar que todo se haga co