Avanzamos y no tengo la más remota idea de donde puede ser. Solo sé que fue Danell quien me ayudó a salir de ese momento complicado, pero, de acuerdo con nuestros antecedentes, no sé si lo hizo por algo bueno o malo.
Los autos se mueven rápido y yo solo intento calmar a los bebés que no sé cómo tranquilizar. Ni siquiera yo estoy tranquila, por lo que, intento cerrar mis ojos y no pensar en el dolor de mi cuerpo o la preocupación que siento por cómo puede terminar todo.El auto se detiene en una pista y de inmediato, usan los portabebés para colocar a cada uno en estos y después, dejarme bajar. Miro a mi alrededor y todos se mueven como si fuera el fin del mundo, por lo que, suspiro profundo, deseando que solo sea un pequeño problema.— ¿A dónde vamos? — pregunto preocupada mientras camino con ayuda hacia el avión.La experiencia desagradable