Miro fijamente a Danell. Todo lo que he pensado de él, no puedo traerlo al presente, porque la mayoría de las veces, ha actuado muy distinto a lo que esperaba. Así que, no podía entender cuál era su intención. Debía preguntarlo.
— ¿Qué planeas hacer, Danell?— He perdido el derecho de dejarme tocar tu cuerpo por mis decisiones del pasado y si quiero recuperar algo, debo demostrar que lo merezco. — dice Danell y yo me sorprendo.— ¿Qué planeas hacer, Danell? Tus movimientos inusuales me confunden. — digo con seriedad.— Quiero que confíes en mí, porque quiero estar cerca de los bebés.— Es tu derecho, puedes estar con ellos. — digo de inmediato.— Son nuestros bebés, pero, para llegar a ellos, es necesario tocarte. No quiero que cuando lo hagas, sientas repulsión o molestia. Por eso, quiero