149. Dificultades para decir que no
—¿Y qué pasará cuando la producción del invernadero no pueda sostener la demanda? —empieza Yonel, clavando sus ojos en mí como si estuviera listo para desarmarme—. ¿Qué haremos cuando las plagas ataquen o cuando el clima no sea favorable? ¿Tienes idea de lo costoso que es mantener un espacio así? ¿Y los tiempos de cosecha? ¿Cómo vamos a sincronizar eso con los ciclos de producción actuales?
Me mantengo firme, sosteniéndole la mirada. No me intimida. Me preparé para esto.
—El invernadero estará climatizado y controlado por sistemas automatizados —respondo con calma—. Habrá protocolos para plagas, almacenamiento de reservas, y los ciclos estarán gestionados con suficiente flexibilidad para abastecer tanto la línea ecológica como los tours sin afectar la producción principal. Lo he previsto.
Yonel no se detiene.
—¿Y la mano de obra? ¿Vamos a entrenar a gente nueva? ¿O a restarle tiempo a los operarios actuales? Esto requiere conocimiento agrícola especializado.
—Ya hice un primer co