Capítulo 3: Poder de Lobo

De repente siento algo de culpabilidad, en cuanto veo a Mario en el piso.

"Su lobo está muriendo", me dice mi loba interior y yo me quedo paralizada, así que trato de levantarlo como puedo, con la fuerza de mi loba corriendo por mis venas y lo llevo directo a su habitación, en donde todavía está la rubia con que se estaba revolcando Mario.

 ―Pero ¿qué le ha pasado? ―pregunta toda inquieta, tratando de llenarlo de atenciones, pero yo la miro y mi loba quiere acabar con ella, así que me mira toda temerosa.

―Ve de inmediato a buscar ayuda―le grito con mi poder en la voz y ella deja de lloriquear y enseguida se va.

Entonces, veo que Mario está recuperándose poco a poco y se da cuenta que está en su recámara y me mira como si no entendiera nada.

― ¿Qué ha pasado? ―inquiere todo desconcertado.

―Que te has desmayado, luego de que te rechacé―le contesto, pero antes de que él pueda decirme nada más, llega uno de los sanadores de la manada, para ver lo que le está ocurriendo.

―Tiene poco poder espiritual―nos dice―creo que está perdiendo a su lobo―asegura y yo me quedo perpleja, porque es lo mismo que me acaba de decir mi loba.

Y es cuando me siento culpable, por la manera en que acabo de actuar.

―Lo he rechazado―le digo con un nudo en la garganta―lo he encontrado en la cama con otra mujer y hemos discutido―le cuento, pero el sanador está más pendiente del hijo del alfa que de mí.

―Oh, ya veo, me dice todo preocupado―la verdad es que no entiendo a los jóvenes, que piensan que las tradiciones son solo un juego ―me responde―ser rechazado por tu pareje te debilita porque pierdes el contacto con tu lobo, pero tal parece que no quieren hacer caso―espeta molesto, lo cual hace que la rubia se lleve la mano a la boca, de lo sorprendida que está.

―Eso no puede ser―dice esta vez la rubia―rechazar a tu pareja destinada no te puede afectar tanto así, como está Mario ahora―señala y yo la miro y quiero reírme de su comentario, pero es que estoy más preocupada por Mario, a pesar de que lo acabo de rechazar―ella tiene que haberle hecho algo más―me acusa y yo respiro profundo.

―Y por eso es por lo que esta manada tiene lobos más débiles cada día―le responde el sanador―la vida del lobo es con su pareja y que no marques con quien te acuestas disminuye los poderes de tu lobo―le advierte y ella traga en seco.

―Pero ¿qué demonios está pasando aquí? ―dice Mariah en cuanto ve a su hermano

en la cama. Entonces, Mario se despierta esta vez.

―Ha llegado Adele a mi habitación y... ―dice éste todo malhumorado, pero su hermana lo interrumpe.

― ¿Qué le has hecho, miserable desgraciada? ―me espeta con su voz de alfa y enseguida agacho la cabeza.

Pero, no voy a permitir que su categoría de alfa me afecte, porque he sido humillada por ambos y lo que hice está bien.

―Lo he rechazado, eso fue lo que hice―le respondo y la encaro y tal parece que no le está gustando mi actitud, así que se acerca más a mí y me observa directamente a los ojos.

― ¿Que lo has hecho qué? ―me grita toda molesta― ¿te atreviste a rechazar a mi hermano, el hijo de alfa Boris? ―me espeta, tratando de que la desafíe, así que no puedo evitarlo más y me río de ella.

―Que tanto tú como tu hermano piensan que pueden hacer lo que se les da la gana y tratar a todo el mundo como si fuéramos la plasta que se les pegó en el zapato, pero ya tienen que aprender que tenemos dignidad―le digo igual de molesta que ella―y si tengo algo que decir a mi favor, es que él se lo ha buscado, porque me desafió a dejarlo, así que lo rechacé, porque no iba a ser tratada como una cualquiera―le añado y ella me mira y me escupe en la cara.

Y yo me limpio y estoy a punto de arremeter en contra de ella, pero es el sanador quien interviene.

―Ya basta las dos―nos grita y ambas nos separamos―alfa Mario necesita reposo y ustedes solo están agobiándolo con sus gritos y sus chácharas―nos espeta, colocando su cuerpo entre las dos, así que nos separamos―veré qué remedios tengo para esa afección que tiene ahora―indica y luego le cuenta a Mariah cómo le ha afectado mi rechazo a su hermano―me temo que debe ser atendido de urgencia, de lo contrario, su lobo puede morir y sus poderes, los pocos que tiene, se perderán.

Entonces, el sanador nos hace echar a todas, incluyendo a la rubia que ahora no sabe ni qué hacer.

―Esto no se va a quedar así, Adele―me dice, una vez nos encontramos en el pasillo―me encargaré de que mi padre se entere de lo que has hecho y tú vas a pagar las consecuencias de todo lo que has hecho, ya lo verás―me amenaza y estoy ahora llena de coraje, porque no me puedo creer esto.

―Tu hermano se encarga de engañarme, de humillarme y que todo el mundo se burle de mí a mis espaldas, pero tú quieres que me quede de brazos cruzados―le respondo toda cabreada y ella quiere arremeter en mi contra.

―Él es el hijo del alfa y tú una simple hija del Beta, deberías besar el piso por donde él pasa, pero, en lugar de eso, te atreviste a rechazarlo y mira cómo ha quedado―me echa en cara―pero ya verás que no se juega con un alfa y con la sangre del alfa Boris, mucho menos―me espeta toda pagada de sí misma.

―Soy la primogénita de un Beta, el más poderoso de la manada y el más rico de la región y él se ha burlado de mí con todas las mujeres que le ha dado la gana, humillándome de paso―le respondo.

―Pues, él puede hacerlo, porque es un alfa y muchas mujeres se mueren por estar con él―se burla de mí―en cambio, tú lo has humillado por no querer acostarte con él, quien tiene mejor rango que tú.

―Ya él y yo hemos tenido esta discusión, no tengo que volver a decirte nada―le espeto cabreada―pero no solamente te quieres meter, sino que ahora me dices que vas a buscar a su padre para que resuelva los problemas en que se ha metido su hijo, ¡ja! ―me río con ganas―que se haga hombre y atienda sus propios asuntos, así como me tiró a la cara que yo tenía la culpa de todo―le digo y ella está que estalla de la rabia, pero no me dice nada más y se va corriendo a buscar a su padre, supongo.

Y es cuando me doy cuenta de que tengo que ir corriendo con mi padre, ya que he faltado a mi palabra.

"El alfa Boris está muy raro últimamente y cualquier indiscreción hará que me eche como su beta", me advirtió mi padre antes de venir a la fiesta y ahora su hija está yendo directamente con el alfa Boris a decirle que su hijo está perdiendo a su lobo por mi causa.

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