Hace un mes que me casé con Dimitri, sin un despampanante vestido de novia, sin iglesia y sin una mega fiesta, pues la familia ha regresado al luto y ahora mismo nadie tiene ganas de andar celebrando nada. Puedo asegurarles que estoy feliz con mi boda civil, ahora soy la señora de un hombre renovado, uno que hace un mes mandó a hackear el servidor del registro civil del gobierno, y todo para crearse una nueva identidad: Iam Newman, nombre muy sospechoso a mi parecer, pero ¿qué podemos hacer? Mi amado esposo lo eligió.Justo ahora nos encontramos cumpliendo una promesa que hice en el pasado, porque aún en mi oscuridad puedo asegurarles que yo soy una mujer de palabra. Mi esposo y yo nos encontramos en aquella casa hogar que visitamos en la pasada navidad, estamos tramitando los últimos papeleos que hacen falta para la adopción del pequeño Liam.—¡Oh, Inocencia! Liam se pondrá muy feliz cuando le diga que casi todo está listo, que solo es cuestión de esperar.—Lo sé, Sor Dera, ya me lo
¿Soy la única en este mundo que creyó que su vida jamás se desplomaría? Si estás en el lugar incorrecto, en el momento incorrecto y con la persona incorrecta, ten por seguro que sucederá lo más pronto posible. A mí me pasó justo ayer, cuatro días después de ser consagrada oficialmente como monja. Ahora estoy frente al portón principal del monasterio, junto a la mujer que me crio y me enseñó todo lo que soy, me mira con cara de «qué decepción» y me hace dejar sobre sus manos mis hábitos perfectamente doblados..., y así pierdo lo único que tenía en esta vida. Mejor retrocedamos hace un día, antes de que mi vida se fuera por un tubo. Es una fría noche de invierno en Londres, hace tres días que la nieve empezó a caer y aún no se detiene. Desde la ventana de mi habitación puede apreciarse cómo las luces navideñas embellecen los techos de varios conventos y capillas que conforman el monasterio. Algunas monjas, con pala en mano, se encuentran abriendo camino sobre toda la gruesa capa de ni
La verdadera vergüenza no es el hecho corrupto, ni la falsa inocencia desmascarada. Es esa sensación de haber defraudado la confianza de los que creían en ti.¿Acaso hay forma de poder explicar todo esto? Siento mucha vergüenza y reconozco que he pecado gravemente, que merezco el castigo que me corresponda, así que permanezco cabizbaja y en silencio, no tengo nada que decir.Recuerdo que para esta situación hay un dicho que dice: «Los agarraron con las manos en la masa». Bueno, para mí caso el dicho sería: «Los agarraron con la teta en la boca», tan literal y tan exacto, ya cuando se me despegó solo se le ocurrió dar excusas baratas.—Disculpe usted, hermana. No sabía que la joven era una monja del monasterio —el hombre miente a Sor Daiputah. Es tan descarado.Pero Sor Daiputah no presta atención a lo que él dice, ella tiene su mirada clavada sobre mí.—Salga de esa bañera —dice sin pestañear y con unos labios picudos.—Pe-Pero estoy desnuda.—¡QUE SALGA! —el tono de la Sor nos deja c
No entiendo que está pasando... Desde anoche tengo una racha de mala suerte. Ya van como cinco taxistas que salen huyendo luego de leer la dirección de este papel.Levanto mi axila e intento olerme... No, no es que huela mal. Exhalo mi aliento sobre mis manos y tampoco es que tenga un aliento de dragón. Bueno, voy a seguir deteniendo los taxis hasta que uno se compadezca y me lleve.—¡Taxi!—¡Dígame! ¿A donde la llevo? —el taxista pregunta con una sonrisa amable.—A esta dirección. —Le muestro el papel, ya está algo arrugado.—¡UY!... Bueno, puedo llevarla a esa dirección pero le va a salir algo caro —dice mientras se rasca la cabeza, quiere parecer indeciso.—¿Cómo cuánto? —pregunto y él me responde con un precio elevado, no tengo más opciones así que acepto.Ya nos encontramos viajando y puedo decir que el camino es largo y apartado de la ciudad, hemos pasado por varios campos con enormes cultivos y ganados; mientras más lejos vamos más grandes son las casas, incluso podría decir qu
Narrado desde la perspectiva de la rubia.¿Realmente se puede confiar en las personas que nos rodean? No estoy segura. Lo que sí tengo claro es que odio estar aquí con este ambiente incómodo e hipócrita, dentro de una habitación fría y silenciosa donde las falsas lágrimas han bañado el ataúd de mi padre, donde solo queda escuchar las últimas palabras de un viejo sacerdote, donde solo queda apreciar como cae la nieve tras las grandes ventanas.Ahí están…, rostros de supuestas tristezas, para mí ninguno se escapa con la inocencia; mi padre está muerto y no hay solo un culpable, estoy segura que varios están implicados.Aquí están los miembros de la familia Paussini, quienes quieren controlar el negocio de la marihuana y la cocaína en la zona norte, no me extrañaría que quieran acabar con cada uno de los Hikari. Para ellos somos una piedra en el zapato.En una esquina puedo ver a varios de la familia Diamond, guardan un secreto que solo mi padre sabía, justo cuando iba a reunirme con mi
Recuerdo cuando aún era una novicia y hacíamos las labores sociales que le correspondía al monasterio, visitábamos los orfanatos con regalos y juegos solo para alegrarle el día a los niños. De vez en cuando, llevábamos las fiestas de cumpleaños, ya que muchos de ellos no tenían una fecha de nacimiento, así que le creábamos un día de cumpleaños para que lo siguieran celebrando el resto de sus vidas... Ellos eran felices, llegábamos con pastel, piñatas y le celebrábamos ese mismo día su cumpleaños. En algunos momentos, me estancaba en el rostro de esos niños y me veía reflejada, muchos de ellos no saben si tienen familiares, quizá un tío, hermanos, primos, y si llegaran a tener, ¿serían aceptados?... Esa es una incertidumbre que puede vivir en tu corazón eternamente.Y aquí estoy, el frío de la nieve podría estar matándome, pero no importa, porque justo ahora estoy frente a mi hermana de sangre, ella no tiene ni idea de quién soy, y es que yo tampoco sé cómo explicarle o cómo empezar a
He llegado a donde nadie me ha invitado solo para pertenecer a un lugar. Soy como una oveja solitaria que busca un rebaño que la acompañe y la proteja, solo quiero ser aceptada por los míos y conocerlos un poco más, saber de su pasado y tal vez formar parte de su futuro. Esos eran mis ideales hasta que conocí a la oveja mayor de los Hikaris, es una anciana de mente tostada que etiqueta a todos los que lleguen de fuera como unos lobos disfrazados de oveja, y yo no soy una loba; quizá sea una oveja que recién ha pecado por dejarse chupar las ubres, pero eso no me hace peligrosa para ningún rebaño.—Madre, es una monja, no la trates de esa forma, sé más respetuosa —Ermac trata de hacerle entender a su madre mientras acaricia su canoso cabello.—¡Dios ha escuchado mis plegarias!, me ha mandado a uno de sus mercenarios para exorcizar a tu hermana —dice la anciana mientras agradece al cielo con sus manos.—Disculpe, señora, «mercenario» es una equivocada y desubicada palabra para usar sobre
¿Qué tan difícil puede resultar encajar en una nueva familia, en especial cuando se ha vivido en un mundo totalmente diferente a ellos? Hay muchas cosas que no comprendo y eso me hace sentir como una extraterrestre, soy la Alf de la familia. No solo es esta familia, estoy segura de que el mundo entero es distinto a mí..., y es que he estado encerrada en un monasterio por treinta años, así es la vida de las monjas, de pura clausura. Ahora que estoy conviviendo con estas personas siento que he salido de alguna otra dimensión.—Ino, veamos que has traído en esas maletas… No es que sea curiosa, es que soy bien vidajena —dice Lottie mientras trepan una de mis maletas sobre la cama.Al abrir la maleta, ambas chicas empiezan a sacar toda mi ropa, la han tirado sobre la cama y se han puesto a inspeccionar cada una de ellas.—¡¿Qué es todo esto?!... ¿Acaso asaltaste algún asilo? —pregunta Lottie mostrando una expresión repulsiva.—¡No!, para nada.—Esta cosa que tengo en la mano, ¿qué es?, ¿un