Capítulo 86: Esta verdad
Iris estaba molesta y furiosa, pero al mismo tiempo se sentía orgullosa.
La noche anterior estaba por cenar algo delicioso con su hija, pero de un momento a otro la corrió de la casa porque recibió una llamada.
Al principio no lo entendió y no quería aceptar, pero Elena de mala gana le reservó una noche en un hotel cercano con cena incluida.
A regañadientes accedió, pero se relajó al ver que Antonio llegaba a visitar a su hija.
Todo estaba bien, pero en la madrugada le dio un fuerte dolor de estómago.
Pero como su hija estaba ocupada, fue sola al hospital.
El médico le dijo que eso fue culpa de la cantidad de comida que ingirió de golpe mientras le miraba mal, hasta se atrevió a regañarla diciéndole que ya no era una jovencita para realizar ayuno y luego comer grandes cantidades de comida como compensación.
“¿Qué ayuno? La estúpida de Erika me daba migajas cuando me tenían encerrada en ese lugar” – pensaba mientras miraba la receta médica.
Durante su trayecto