Capítulo 29: Libertad
Al llegar a esa casa, observó con atención esa construcción ostentosa y moderna, la cual solo eran apariencias ya que todos los dueños de ese hogar estaban podridos por dentro.
“Pero bueno, esto ya no tiene nada que ver conmigo” – pensó dejando escapar un suspiro mientras avanzaba hasta la entrada y tocaba el timbre.
Casi al instante alguien abrió la puerta.
- Buenos días señorita ¿a quién anuncio? – preguntó el mayordomo al abrir la puerta.
- Jaime ¿quién llegó? – se escuchó la voz de Natalia acercándose a la entrada, pero se quedó en shock al ver quien había llegado – t… tú…
- Hola suegra.
- ¿Eh? – ahora el mayordomo se asustó y se giró para volver a ver con detenimiento a la joven que había llegado, notando que era la esposa del señor Antonio – se… ¿señora Erika? – balbuceo con la boca abierta, ya que era un cambio radical en su apariencia, porque siempre usaba ropa vieja y descuidaba su apariencia, pero ahora estaba usando ropa de marca, estaba maquillada y h