MEJILLAS ROSAS
CASSY
Todos estábamos tensos y callados a nuestro regreso, pero más tranquilos Balth adelantó el camino antes que todos los demás, los muchachos iban a ir a buscar a Camilo y luego regresarían a la casa.
No bien llegamos me cargo para entrar a la casa en cuanto entramos por la puerta encontramos al señor Oliver con la seño Rosa, ambos con la cara de preocupación en el rostro.
—Bajamé —le pedí revolviendome en sus brazos logrando que me apretara más a su cuerpo— ahí está tu papá murmure en voz baja.
—No te voy a bajar, acostúmbrate a que voy a querer tu bienestar siempre.
—Puedo caminar, en serio —me quejé.
—No te voy a bajar y punto.
Nuestra discusión la detuvo la señora Rosa cuando corrió a donde estábamos en la entrada.
—¡Gracias al cielo, estás bien muchacha! — exclamó Rosa acercándose a nosotros —nos tenías guindando de un hilo.
—Estoy bien, señora Rosa — le aseguré a la buena mujer.
—Muchas gracias, por estar preocupada por mí, pero todo fue una confusión — el señ