No he llorado. Y realmente no sé si eso es bueno o malo. Quizás ya estoy acostumbrada a soportar el dolor. Tanto, que ni siquiera puedo expresarlo con lágrimas. No dejo de pensar en las cosas que nos hemos dicho hace una hora y 16 minutos.
¿Qué mejores cosas podría haberle dicho? ¿Qué pensará de mí? ¿Hice lo correcto?
Tengo que dejar de pensar tanto y aceptar esta realidad que yo misma escogí. Era justo lo que quería: alejarlo convirtiéndome en todo lo que odiaría de mí.
Jasper tenía razón. Definitivamente ha funcionado.
Busco su número y le marco.
—Hola hermosa. —contesta.
—Funcionó. Tu plan ha funcionado. Terminé con él por…ni siquiera sé cuántas veces.
— ¿Cómo te sientes con eso?