DÍA DE FIESTA
Cuando pasa a mi lado, puedo oler el adictivo aroma de su perfume. Giro mi cuerpo hacia atrás para poder verla bajar esas escaleras, rodando seductoramente y pierdo el aire por unos segundos, miro a mi alrededor y todos están igual que yo, sumamente boquiabiertos y encantados con la belleza y sensualidad que ella exhalaba y sí, todos estaban hipnotizados.
— ¿Viste que rico hermano?— Jasper se me acerca hablando de la chica.
— ¿De dónde vino?— pregunto mientras continúo mirando.
— No tengo idea, pero sé que quiero una como ella.— dice y me río.
— Jasper puede parar ahí porque todos sabemos, que la fruta que te gusta es sólo el plátano.— digo riendo y el mismo chico cierra.
— Mira lo que te voy a decir...— lo corté.
— No te preocupes hermano, eres mi hermano y aunque no lo fueras, nunca te juzgaría.— Jas baja la cabeza y asiente.
— Pero de todos modos, la chica es una verdadera diosa.— dice una vez más mirándola y realmente no lo puedo negar.
Estoy de acuerdo con él y me co