Archie hizo bien en ir a Penthouse porque Lia no había podido dormir y la señora Mercedes estaba afanada. Por eso, la niña, al verlo, corre a sus brazos y Arthur observa en silencio.
—¡Te estuve esperando!— balbucea Lia, abrazándolo con más fuerza.
—Tenía mucho trabajo, pequeña.
—Pero... estás mojado.
—Estaba lloviendo, todo está bien, debes dormir temprano—. Mira a la señora Mercedes.
—Lo lamento... quería verte antes de dormir. ¿Estás molesto?
—Para nada, pequeña Lia—. Sonríe con debilidad. —Ahora que me has visto, ve a tu habitación, es hora de descansar.
—La lavaré, señor Villarreal—. Mercedes se acerca a la niña.
—No... no quiero dormir sola, por favor. Duerme conmigo, léeme un cuento—. Le hace pucheros.
—Pero yo te lo puedo leer, mi niña—. Interviene Mercedes. —El señor Villarreal está cansado, ve conmigo y leeré tu cuento favorito—. Intenta convencerla, pero Lia, al parecer, no quiere a nadie más, solo a Archie Villarreal, y se aferra a ese abrazo que la hace s