NO PUEDO
CAMIL ARAY
Cuando tenia diesciocho años, Liam David Aray me parecía un ogro total. Él trataba de disciplinarme a fuerza; mientras tanto mi madre me secundaba en mis caprichos y desastres. Obviamente para mi mente descarriada el papel de villano se lo llevaba mi hermano.
Cuando la vida me golpeó y tocó madurar a prisa, ya Liam no estaba cerca pues a él le tocó cruzar el mundo para poder ser feliz con Atenea, su esposa; más no lo culpo por eso.
Así que mi hermano, aunque un hombre Justo y encantador, no ha estado para mi como lo hubiera necesitado siempre. .
Esta vez espero que no me decepcione, pues probablemente sea en este momento de mi vida que más lo necesite.
Cuando cruce el umbral de la puerta de la sala de juegos, allí estaban Atenea acostada en el piso jugando con el pequeño Max, y Liam luchando con Athalia al lado de su esposa. Era una escena fascinante, que me hizo desear con todas mis fuerzas recomponer mi familia; más cuando yo hacía varias horas que no ve