LUCA MAGNANI
—Simplemente ya no te entiendo. ¿En verdad es lo que quieres? ¿Quedarte con un hombre que no te valora y que te es infiel? ¡Ya basta! —exclamó Zafrina alterada, ignorando por completo a Berenice, parecía que solo tenía ojos para Cristine. Algo andaba mal—. ¡Eres mi hija y no voy a permitir que arruines tu vida, Karen!
De nuevo ese maldito nombre... Pude notar como Cristine hervía de coraje.
—¡Yo no soy Karen! —gritó furiosa encarando a Zafrina—, y no soy tu hija. No puedes controlar lo que hago y en quien confió. Ya estoy cansada. Te quiero Zafrina, te admiro, pero… no puedo seguir tolerando esto.
Y en ese momento, para empeorar las cosas solo un poco más, las faldas de Cristine se mojaron mientras ella abría los ojos como platos y se sujetaba el vientre.
—¡Iugh! Se orinó del coraje —dije dando un paso hacia atrás.
—¡No se orinó! —me regañó Berenice entregándome a Cristian—. Rompió fuente. ¡El bebé ya viene!
¿Rompió fuente? Bien, entendía que el bebé nacería, pero… ¿f