CRISTINE FERRERA
Eliot no se merecía mi perdón, mucho menos que regresara a él, no después de todo lo que me había hecho. Tantos años de abandono, indiferencia, burlas y humillaciones, ¿podían olvidarse después de unos cuantos besos y la promesa de que todo sería mejor?
Y no solo eso… Quedaría como una estúpida si volvía a confiar en él y de nuevo terminaba abandonada en una oscura casa. Siendo la sirvienta, la niñera… pero no la esposa. Solo un accesorio más. ¡No lo soportaría! La caída sería más dura y… no estaba segura de poder aguantarla.
Tenía que ser fuerte por mí y por mis hijos. Ya había comenzado a andar un nuevo camino, no pod&iacu