SLOANE D’MARCO
—¿Por qué? —preguntó Berenice en cuanto terminé de explicarle todo y se me hizo una pregunta muy atinada, pero difícil de responder.
—Es lo mismo que yo quisiera saber —contesté con desilusión y me levanté del sofá—. Para mí tal vez ya es tarde, pero no para ti. No tomes ningún medicamento y trata de mantenerte concentrada durante las sesiones de hipnosis. Aun así… si algo llega a fallar, ¿hay algo que te podría traer de regreso al padre de tu hijo a tu mente?
Sonrió y acarició su pequeña barriga con amor. Era obvio que ella deseaba a ese bebé y amaba al hombre con el que lo había procreado. Me rompió el corazón que estuviera en esta situación.
—Lirios rosas… Muchos lirios rosas —contestó con una sonrisa y sus ojos llenos de lágrimas—. Ver a Luca junto a mis lirios sería suficiente para recordar cuanto lo amo y lo que hemos vivido, lo sé, estoy segura.
—¿Luca? —pregunté ladeando la cabeza, recordando al odioso primo de Eliot. Berenice asintió y su sonrisa se hizo aún