DEMANGEL
DEMANGEL
Por: GustavDellor
DEMANGEL. "ORÍGENES"

CAPITULO: 01

"ORIGENES".

Segundo cielo... Región norte, tercera dimensión, segunda estrella; primera autoridad Reino de Athoth (Edén)...

Un mundo con forma circular plana, semejante a un gran disco que flota en el espacio, con una vegetación vasta; llena de color y formas fantásticas y en medio del gran y hermoso paraje un árbol gigante encendido en una luz que se levanta como una columna que se pierde en la bastedad del espacio.

Una hermosa Ángel, de cabello blanco y largo. Ojos azules como el cielo, su cuerpo dibuja contornos delicados y sensuales; de alas grandes y blancas como la nieve.

Ella corre por su vida en un bello bosque en este mundo lejano. Se oye su respiración agitada, huye desesperada, entre los arboles apartando las ramas y las plantas que en ocasiones tenían su altura. 

Es perseguida por Demonios y Ángeles que quieren su cabeza; por un terrible pecado que cometió... ella salta desde un acantilado, los demonios casi la alcanzan, están a punto de atraparla; pero mientras ella planeaba en su caída, los demonios son refrenados por un ataque de energía que explota frente a ellos, cuando ven hacia arriba divisan a Berzeel: alto, de cabello largo hasta los hombros de color negro, alas grandes y un cuerpo bien definido, un demonio de clase media, él rige como comandante de la cuarta legión infernal del general Abigor; Berzeel protege a su amada.

El Ángel, planeo treinta metros y cayo a salvo, pero en ese momento la rodean sus hermanos. 

Haba-el­­­­­, uno de los Ángeles pregunta ― ¡Adnaí! ¿Por qué lo hiciste? - dijo mientras se acercaba a ella. 

-¡Has Traicionado A Tu Señor! - endureció su voz.

-Por esto no tendremos misericordia. ― declaró. 

Ella responde ―¡Al Diablo Su Misericordia! ―.

Y transmutando el éter, redirige la energía del cosmos y concentrándola; lanza un fuerte ataque contra ellos, los evade y vuela a gran velocidad hacia el cielo entonces un Ángel llamado Ramazha, va por ella, pero en ese momento interviene Berzeel, que la protege.

Adnaí -¡No! -¡Berzeel huye! - gritó mientras veía a su amado protegerla.

-¡Jamás te dejare! Eres la luz que disipó mi agonizante oscuridad - le respondió mientras la veía a los ojos.

-Te protegeré a ti y al fruto de nuestro amor. - añadió, -Él es la prueba de que hay otra opción. - ella lo abrazo por la espalda, el corazón de Berzeel se estremeció al sentir la tibieza del abrazo de aquella a la que tanto amaba. 

-Aww, pero que tiernos son. - comentó bufona mente Ramazha.

Él y Ramazha se confrontan. Berzeel da el primer golpe; pero es esquivado por Ramazha, que da una vuelta de ciento ochenta grados a la derecha acertando una patada en la cara de Berzeel.

Este después del impacto se lanza contra Ramazha dándole un golpe muy fuerte en el vientre, seguido de otro en el rostro, encadenado un gancho a la mandíbula.

En ese momento Azacel el Ángel caído le dice a uno de sus demonios, que mate a esa Ángel y el demonio se lanza sobre Adnaí, pero ella no duda en luchar contra él; el demonio se apresura a ella...Adnaí vuela hacia el dando un giro frontal en el aire y estirando la pierna izquierda le da un fuerte golpe con el talón, el demonio va en picada y ella nuevamente concentrando energía crea una lanza de luz y lanzándola, penetra el pecho del demonio que perece inmediatamente.

Luego tres ángeles se abaten contra Berzeel y el los confronta fuertemente, el primero se lanza sobre Berzeel, pero este hace un movimiento rápido a la izquierda, pone su mano derecha sobre el hombro derecho del Ángel, pasa su mano izquierda por detrás de la nuca del Ángel, luego coloca el ante brazo bajo la mandíbula y hace presión en el cuello haciendo una toma de asfixia.

De pronto gira al sentir como el segundo Ángel se le acerca por la espalda y rápidamente le tira con fuerza el Ángel que tiene en manos contra el segundo, luego sigue luchando con una ira implacable.

Adnaí logra librarse de seis demonios que la atacaban, golpeándolos con una onda expansiva, pero dos más van contra ella, entonces decide escapar volando; de pronto una horda de demonios se pone delante de ella, Azacel el Ángel caído, usa su poder y del suelo emergen cadenas de fuego que logran someter a Berzeel y Azacel le dice. 

―Estoy decepcionado de ti. - dijo con un tono de desprecio. -Berzeel ahora veras como destruimos lo que más amas - comentó después.

Una gran cantidad de Ángeles y Demonios los rodean, Adnaí no sabe qué hacer, se escucha un estruendo en los cielos, una luz muy fuerte se abre paso, una figura enorme desciende envuelta en nubes y aparece un ser muy grande, un ser con cuerpo de hombre en la parte superior y serpiente en el inferior, su cara es de varón y otras veces de león tiene un par de cuernos y una flama sale de su cabeza, tiene barba y cabello largo, seis brazos y dos pares de alas.

Era el Demiurgo, Jadabaoz. Una criatura que encarna el bien y el mal, el falso dios. él le habla y dice -No perdonaré tu traición, lo que hiciste es malo y está prohibido. - dice con voz de trueno, ceniza y fuego. 

Adnaí le responde -¡Eres un hipócrita, mentiroso! Tú te llamas Señor y a ellos les mientes en la cara. - exclamó con desprecio.

-¡Tú! Fraude, ¡Dices no existe dios fuera de ti! ... Compras su amor y obediencia con riquezas y promesas banas! - añadió sin titubeó. Sin importar que estaba delante de su creador. 

-Amas al que te obedece, pero castigas sin piedad al que no te obedezca -, profirió ella.

Él Demiurgo se enfurece y abriendo un portal le dice -Te Enviare A Un Mundo Donde Existe El Sufrimiento Y La Muerte, Donde Los Problemas Son Agobios De Todos Los Días y Los Vivientes Se Destruyen Sin Piedad, Sin Motivo. - declaró Jadabaoz.

-Experimentarás El Dolor De Formas Tan Diversas, ¡Te Serán Arrebatados Tus Poderes Y La Eternidad! - afirmó.

El Ángel es succionado por el portal, creado por Jadabaoz, pero la energía del portal es mucha y este le provoca un aborto. Mientras cae da a luz a su vástago y ella lo bendice, la energía liberada con el nacimiento del niño afecta el portal desestabilizándolo y provocando que se separen antes de caer.

Tercer cielo descendente, tercera esfera cósmica, autoridad Malkhuth (Tierra)... El super continente Gamdall; Este es el mundo del hombre, dividido por muchas especies, como los Elfos, Orcos, duendes, hadas, espíritus elementales entre otros, según su reino y tribu... 

Esta historia comienza aquí en el Reino de Soin, se encuentra al éste del super continente, después de pasar el bosque oscuro; Soin es un reino amplio lleno de una infraestructura hermosa y variada, este reino está bajo el mandato del rey Octavius 2do y la reina Mirian, considerados como unos de los mejores gobernantes que han tenido... Reino que se sostiene mediante las alianzas y tratados de comercialización con otros reinos, no obstante, también hay muchos problemas sociales, económicos y religiosos en ocasiones. Y aunque durante muchos años los distintos reinos; Abell, Tesa, Soin, Cáan, Maipas, Ifás, Asís y Jhotan. Vivian muy pacíficamente.

Pero por su avaricia, el engaño y la violencia, esos años dorados terminaron... La decadencia, la codicia se hicieron más fuertes, las peleas y guerras se hacían más frecuentes; fuera por oro, plata, minerales, tierras o cualquier otra cosa semejante a esta. 

Unos años después, la enfermedad llego a sus vidas, una peste se desato en el mundo... poco a poco, fue cubriendo cada tribu, pueblo y reino.

Ante esto, los reinos decidieron fortalecer las alianzas, para mirar por el bien de todos. Si embargo, eso hasta el momento no es suficiente. 

Un monaguillo llamado del Reino de Soin; regordete, no muy alto, piel clara, calvo, va caminando por ahí, pidiéndole perdón a los dioses por fornicar con una prostituta y tener pensamientos ilícitos con las mujeres; mientras pide misericordia; de pronto ve como el cielo se abre y dice

-¡Oh!, dioses han descendido para limpiar mi culpa, les ruego acójanme en...- se regocijaba Sefar de rodillas. De repente una bola de fuego cae sobre un pequeño santuario de oración en él reino y él decide salir corriendo a ver si hay algún herido.

Al llegar no hay heridos, pero el santuario estas ardiendo en un fuego violeta. Que llama la atención de Sefar ― ¡Cielos, el santuario! ― exclamó él, otras personas que estaban cerca corrieron con baldes y jarrones de agua para tratar de extinguir el fuego.

Después de un par de horas el fuego se ha apagado, Sefar junto con otros sujetos decide ver, si hay algo rescatable de aquel santuario, pero tal parece que no hay nada.

De pronto escuchan un quejido, que proviene de un espacio debajo de unas vigas, cuando se asoman no pueden creer lo que ven... En ese momento, uno de los hombres que estaba allí le dijo a Sefar que esa cosa debía morir; así que tomó una estaca para matar a la criatura, pero el monaguillo lo detuvo en seco.

― ¡Espera no lo hagas! - voceó.

-Yo soy un emisario de los dioses, yo lo hare. ― afirmó.

Pero una voz le dijo que lo llevara fuera del reino, pensado que era algún dios que le hablaba, entonces tomó a la criatura y la llevo fuera de ese lugar.

A las afueras del reino, Sefar se dispone a matar a la criatura, pero escucha otra voz que le dice, que no se acerque más, que puede ser peligroso.

El monaguillo voltea a ver y se encuentra con un mago: usaba una vestimenta holgada, una sotana color rojo, botas de cuero, un cinturón de seda que esta ceñido en su cintura, en su mano lleva un libro grueso de artes mágicas, sus ojos negros y profundos, usa un sombrero de copa en forma de cono, con un ala ancha, una toquilla de cuero con hebilla; el mago estaba de tras de él.

El monaguillo le pregunta -¿Quién eres y qué haces aquí? - preguntó Sefar. 

El mago sólo responde que vio el cielo abrirse como una cortina y ha venido corriendo al ver una bola de fuego caer.

Sefar le pregunta si él tiene algo que ver con la voz que escuchó antes, el mago mira al monaguillo con desconcierto, luego ve a una criatura muy extraña que lleva en brazos... parecía un bebé, pero era diferente algo nunca visto.

Una criatura mitad Ángel y Demonio, el monaguillo se da cuenta y le dice -Este ser es una aberración - el mago se acerca y le da un manotazo en la cabeza luego le dice -No me extraña que sirviendo a los dioses hables de esa manera de las cosas que no entiendes, el monaguillo le responde -¿¡Qué dices!? ¡Cuánta insolencia! 

El mago le dice que es una criatura única, lo mejor será dejarla vivir. El monaguillo -¿Pero por qué? - interrogó.

El mago le señaló -Porque veo la unidad del todo... Yo veo el futuro de nuestro mundo en él. -con voces de esperanza.

Sefar le dice -Si lo dejas vivir, que los dioses te castiguen pecador - mientras lo señalaba con su índice y una mirada de desaprobación.

Él mago no responde nada, luego toma a la criatura, seguidamente hace un hechizo, trazando un círculo mágico en el suelo y pone al bebé en el; luego con una daga pequeña realiza un corte en su mano dominante (derecha), final mente hace una conjuración ― Coa forza do lume, a auga, o vento e a terra; que compoñen o corpo humano e pola graza do quinto elemento, converte, círculo sagrado, esta criatura nun ser humano... Sanga ligosorĉo ― y una luz incandescente rápidamente inundo todo el lugar... luego ante ellos la apariencia del ser, era humana. Después le pidió al monaguillo que le buscara un hogar, El monaguillo dice -¡Estás loco! Yo no voy a hacer algo así. - replicó.

El mago le responde -¡¿Cuál es tu problema?! -¡Rayos te dije que tomes al bebé! - le ordenó.

El monaguillo le respondió -¡Ya te dije que no! No lo voy a hacer. -.

El mago le lanza una mirada fría y cortante... el monaguillo siente un escalofrío que recorre todo su cuerpo y tiembla de repente. El mago le dice -Escúchame bien santurrón tú vas a tomar al bebé o te prometo que vas a conocer lo peor de un mago y lo vas a lamentar - le amenazó con un tono muy airoso, Sefar toma al bebé y le dice ―Bien, pero tú vienes conmigo. ―.

―Bien, de todos modos, voy al reino... ― le comentó el mago.

Sefar lo mira de reojo y le pregunta ― ¿Y tú a qué vas al reino? 

El mago le dice ―Un asunto de negocios. De todas formas, no tengo que darte explicaciones - le respondió impertinentemente. 

―Como quieras. ― le reiteró Sefar. Y así se dirigen al reino nuevamente... 

Mientras caminaban por el reino, se aseguran de no llamar la atención, de pronto se topan con un hombre éste es un carpintero, el hombre le dice al monaguillo

― ¡Hermano Sefar! Qué bueno verlo ¿Qué hace aquí? -, el monaguillo le dice ―Estoy en medio de algo importante ―.

-¿Y quién es él? No parece ser de aquí. ― pregunto él carpintero dirigiendo la mirada al mago, pero el monaguillo solo se resignó a decir ―Nos hablamos luego - de esta forma pasan de él y se retiran.

Luego de una hora, Sefar se encuentra una casa, es de un herrero, entonces decide dejarlo en ese lugar, el sacerdote toca la puerta de la casa y dejando al bebé en el suelo sale corriendo.

Más tarde, el mismo carpintero se encuentra en una cantina, con unos amigos; les contaba sobre lo sucedido, en el santuario... muchos no lo creían, el carpintero seguía sosteniendo su testimonio a pesar de los incrédulos; otros dos hombres lo respaldan en lo que decía, muchos de los hombres en ese lugar están asombrados, el carpintero les dice, que además, el monaguillo le impidió a uno de los presentes matar a la criatura; Y luego de llevársela, él apareció con un bebé en brazos y acompañado por un extranjero, con aspecto de ser un mago... ¿Qué quieres decir? Le preguntaron muchos de los presentes.

-¿No les parece extraño? - dijo en campesino de forma insinuosa.

Trece años más tarde... en ese reino crece un joven llamado Jacob, un chico de un metro cincuenta centímetros, complexión delgada, de cabello pelirrojo algo alborotado, sus ojos son marrones y llenos de esperanza, ama la vida y tiene un corazón lleno de compasión y justicia; es un joven que sueña con convertirse en paladín y poder ser un héroe, pero sus padres no lo aprueban, porque necesitan alguien que se haga cargo de la herrería; Ya que sus hermanos mayores se dedicaron a otras labores...

Jacob, se encuentra barriendo el taller, junto con su padre Hillvane, de repente Jacob le dice ―Papá, ¿puedo ir a jugar con los chicos? ― el papá lo observa y le responde ―Jacob, tú sabes que no me parece una buena idea, cada vez que buscas amigos todo sale mal.

―Papá, pero... -

- Yo solo quiero que las personas dejen de despreciarme ― le respondió Jacob, Su padre lo mira y le dice ―Sí, entiendo, pero no quiero que te lastimen. - Jacob suspira, desilusionado y sigue barriendo, sin decir más.

Faltando media hora para la decimotercera hora del día, los padres de Jacob le piden ir a atrapar un pez para el almuerzo, cerca de un rio que se encuentra a unos quinientos metros de su casa, pasando por un potrero. 

Al llegar allí, Jacob toma un chuzo para pesca; él se quita la ropa y se introduce en el rio, buscando un pescado que sea suficientemente grande, para la cena. 

Mientras él está tratando de encontrar un pez, unos jóvenes juegan en el potrero, Jacob los ve de largo y luego de obsérvales por unos minutos, sigue en lo suyo. De pronto puede ver a unos cuantos pasos de distancia; un pez de casi medio metro, que reposa en el agua, justo a su izquierda; sin pensarlo mucho, como es típico de él se abalanzó sobre el pez, haciendo que este se agitara bajo el agua; para Jacob resulta difícil poder controlar al pez, ya que es tremendamente fuerte...

El pescado, comienza a girar sobre si, provocando que Jacob quede bajo el agua también, a la distancia los jóvenes ven a Jacob, batallar con el pez y no pueden evitar burlarse de él y decirle groserías. Jacob no entiende muy bien que es los que ellos le dicen, pero para él, el pescado es más importante; rápidamente coge el chuzo y le apuñala, el pez deja de moverse y se vuelve más pesado, trayendo dificulta para sacarlo del rio. 

Después de haber logrado sacar el pez, ve que los jóvenes se acercan a él y uno de ellos le dice.

―Oye, jaja fue una buena pesca... ¿cierto, chicos? ― los demás responden ―Síi! Es verdad ― Y se acercan a Jacob. 

-¿Qué hacen? - preguntó él.

Uno de ellos un joven un poco más alto que él, le dice ―Es un pescado muy grande para ti, ¿no crees? ― Jacob no entiende por qué le dicen eso; dos de ellos se acercan más a Jacob de repente uno de ellos lo empuja y el resto comienza a patearlo, Jacob está en el suelo, medio desnudo aun, mientras recibe los golpes se pregunta «¿por qué ellos lo hacen?», «¿por qué parece que no le agrada a nadie?» Mientras los chicos patean a Jacob le comienzan a decir todo tipo de ofensas...

―Miren, miren es un llorón.

―Jajajaja si es un idiota. 

―Es un pobre recogido, ellos no son tus padres.

―Tú no tienes lugar aquí perdedor - le decían ellos, entre patadas y golpes sin parar.

―¡Vamos! Tomen ese gran pez ― dijo uno de ellos mientras reía.

― ¡Eh! ¡Llevémonos sus ropas! ― agrego otro y así el más alto de todos se llevó el pez y el resto sus ropas; dejándolo tirado en el suelo. Con el cuerpo mojado, semidesnudo y lleno de golpes por doquier, él lloraba

―¿Porque no nos haces un favor y te mueres? ― le decían. 

―Aquí nadie va a extrañarte. ― de esta manera los jóvenes se van del lugar.

Jacob gime mientras trata de ahogar su llanto con el silencio.

Des pues de unos minutos, él se levanta del suelo y se va a su casa; al llegar a casa, llama a su madre cuyo nombre es María, la cual sale de inmediato, ella al verlo semidesnudo y lleno de golpes, le pregunta que pasó... Jacob le cuenta todo, mientras ella lo abriga con una manta que tenía tendida al sol.

Al entrar, su madre le dice que se ponga ropa y que le traerá un poco de leche para que se calme, cuando ella sale de la habitación; su esposo Hillvane está en frente y le pregunta ―Amor ¿Qué pasó? ― ella le responde ―Cariño, es Jacob... lo golpearon de nuevo. - su voz reflejaba angustia. 

― ¡¿Cómo?! ― preguntó Hillvane, con un tono de molestia en su voz.

―Hablaré con él ― agregó luego; su esposa le dio una sonrisa y le dijo que estaba bien. Seguido de eso, él abre la puerta de la habitación y ve a Jacob sentado en una esquina... ―Hola hijo... ¿Estás bien? ― Jacob sin levantar la mirada le responde ―Papá, todos me odian. 

―Eso no es verdad repuso Hillvane, ― ¡No! Si es verdad, todos en el pueblo me detestan y no sé por qué. - las lágrimas corrían por sus mejillas enrojecidas por el llanto. 

-¿Qué fue lo que hice mal?... ¿En que falle? ― se cuestionaba Jacob.

―Hijo no podemos agradar siempre a las personas ― le respondió su padre.

― ¡Yo no le agrado a nadie papá! ― exclamó Jacob, Hillvane pone una mano en el hombro de Jacob para tranquilizarle

―¡Ellos me dijeron algo! ― dijo Jacob apretando los puños.

―Me dijeron que ustedes no son mis padres. - agregó luego.

Hillvane toma aire, se sienta en la cama de Jacob y se toma unos segundos antes de responder y le dice ―Escucha, hace trece años, mientras disfrutábamos de comer en familia. - comentó.

-Alguien toco nuestra puerta, me dirigí a abrirla, pero no había nadie. -

-Excepto tú Jacob... Un bebé recién nacido. - añadió al final.

Jacob le pregunta por qué no le dijeron nada... su padre le responde -Queríamos esperar el momento adecuado - dijo con un tono suave de voz, pero

-¡¿Momento adecuado?! - interrumpió Jacob y levantándose se da media vuelta y antes de salir de la habitación le dice -¿Adecuado? Y según ustedes cuando iba a ser. - dijo con un tono de voz endurecido. Y así salió de allí, pasando rápidamente por la cocina, sale por la puerta trasera de la casa. su madre le llama ― ¡Jacob! ― pero él sigue corriendo. 

En un prado, subido en un árbol, se encuentra Jacob que piensa en silencio, sobre todo lo ocurrido, sobre todas las veces que lo han despreciado y maltratado... «¡Algún día, seré un paladín y todos me aclamaran como un héroe y por fin seré respetado!» Pensaba él. 

Más tarde mientras Jacob camina por el pueblo, se ha recuesta a una pared, viendo el ir y venir de las gentes, de repente ve a unos pequeños huérfanos que tienen hambre, ellos piden comida, pero nadie los escucha, la gente pasa y los empujan o sólo los ignoran, Jacob ante esto se conmueve y decide acercarse a un local donde venden pan, peor él no tiene dinero y piensa «¿Realmente voy a hacer esto?». «¿Pero no puedo quedarme sin hacer nada o sí?».

«¡¡Si me descubren seguro me matarán!!». 

«Pero esos niños lo necesitan ¿o no?», su mano se mueve lentamente, en lo que está a punto de hacerlo, su corazón late fuerte, los mira una última vez y toma el pan, trata de esconderlo en su camisa, pero uno de los panaderos lo ve y le llama la atención -¡Eh! ¿¡Mocoso qué crees que haces!? -, Jacob corre y entonces es perseguido por el ayudante y el dueño del local que tratan de atraparlo, mientras huye desesperado, Jacob no puede ir directamente hacia los huérfanos ya que teme que los lastimen también, entonces decide que será mejor perder a los dos sujetos y regresar.

Mientras corre, los dos hombres están detrás de él y le gritan -¡ladrón! -, Jacob les dice -¡Jamás me atraparan bobos! -, en un movimiento, cambia de dirección y se mete por un lugar muy estrecho donde se topa con unas escaleras por las cuales tiene que bajar. Pero está muy lleno de gente, entonces se sube a unos barriles que se encuentran a su izquierda, salta y se sostiene de unas vigas de madera que se encuentran sobre él y comienza a saltarlas de una en una por encima de las demás personas, luego se deja cae y rueda para seguir corriendo entre la multitud, de esta manera se adelanta a ellos, ya que son muy grandes y sólo se dan tropezones con las demás personas.

Jacob mira unas enormes vasijas en un local y se esconde en ellas, entonces ve como los dos sujetos pasan derecho, cuando creé que es seguro, decide salir e ir a buscar a los huérfanos para darles el pan, pero cuando se acerca a ellos es tomado por la espalda de la camisa, son el dueño del local y su ayudante quienes lo están sujetando. Pero él les pide que lo suelten, sin embargo, ellos están listos para darle una lección que jamás va a olvidar, pero cuando están a punto de golpearle, aparece un sujeto; alto mide metro ochenta, cabello rubio en puntas, ojos azules y profundos, piel clara, joven como de veinte y dos años, lleva una armadura completa.

-¡Hermano mayor! -, exclamó Jacob.

-Oigan ustedes dos, dejen a mi hermano en paz-, les dice a los sujetos, ellos le reclaman -¿¡Tu hermano!? Este mocoso nos robó. - gritaron ellos.

-Merece que le hagamos pagar por eso. -, Ewyine le pregunta a Jacob -¿Eso es cierto? -.

Él responde -Sí. -, Ewyine les dice a los sujetos, -¿Están dispuestos a lastimar a un niño sólo por un pedazo de pan? -.

Jacob se libera de ellos y dice a gritos -¡Ustedes son unos monstruos no merecen llamarse humanos no merecen siquiera lo poco que tienen! -.

-¡¿Cómo pueden multitud frívola y egoísta?! - Todos los que estaban ahí guardaron silencio de repente.

Jacob sigue hablando, -¿Cómo encuentran placer en afrentar, empujar, despreciar a aquellos menos afortunados? -.

- ¿Cómo puedo buscar placer para mí cuando otros están en necesidad? -.

-¿Cómo pueden pensar, que mientras los niños lloran de hambre, mientras aquellos en guaridas de sufrimiento, claman por compasión y amor? - Jacob apretá los puños -puedan ustedes llenarse hasta la saciedad con las cosas buenas de la vida? - añadió con gran molestia.

-¡Yo no puedo! - agregó.

-Del reino y su egoísmo, de la indiferencia que tienen para con los pobres y los necesitados, con todos los que sufren ¡Estoy harto! -, después de esto Jacob les da el pan a los huérfanos, Ewyine les da una pequeña bolsa de oro, era su pago de una quincena, los chicos no entienden el porqué, él les dice que eso es para comprar lo que necesiten. Después de esto se van él y Jacob directo a casa.

Al llegar Ewyine le dice a su padre -¡Padre! Debo de hablar contigo, es sobre Jacob -, el padre se levanta.

-¿Qué es lo que sucede hijo? -, Ewyine -Papá Jacob se volvió a meter en problemas. El padre -¿Enserio y esta vez por qué fue? -, Ewyine le cuenta lo sucedido y su padre llama a Jacob, cuando él se acerca, su padre lo abraza y le dice que se siente orgulloso de los hijos que tiene... Pero que lo malo es malo y lo bueno es bueno, sin importar lo que pensemos, si actuamos mal, aunque queramos hacer lo bueno eso sigue estando mal, entonces lo toma jalándolo de la oreja y le dice que está castigado.

―¡Papá, eso niños tenían hambre! ¡¿Que querías que hiciera?! ― le reclamo Jacob; su padre le responde ― ¡Qué no te metas en problemas Jacob! ¿Tan difícil es de entender? ―.

-¡Entender! ¿Entender qué? ... ¿Qué no debo de hacer nada para ayudar a las personas menos afortunadas que yo? ― le respondió Jacob con molestia.

― ¡NO! Qué al hacerlo, uses la cabeza ― le aconsejó

―Dime ¿Qué hubieras hecho si tu hermano, no llegaba? -.

Jacob no supo responder. ―Yo te diré qué. ― le dijo su padre, ―Nada. ― añadió él. Jacob frunce el ceño ― Algún día yo seré un héroe... un paladín ― le dijo a su padre.

El padre de Jacob, respondiéndole le dice ―No tendré, esta conversación de nuevo hijo. ― Y dándose la vuelta sale de la habitación. 

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