Quite su mano de mi, y retrocedi un par de pasos.

— No te pertenezco, yo soy libre, ya pague por la muerte de tu padre, ya no merezco más castigo —

Donovan levantó una ceja y sonrió.

— eso es algo que no decides tu —

Él me agarró con fuerza por el brazo y me acerco a el.

— Suéltame por favor — Él apretó con más fuerza mi brazo, yo trate de apartar su mano, pero yo era demasiado débil contra el.

— Voy a darte un pequeño paseo — me dijo con voz siniestra.

El me arrastró hasta la puerta de la casa, y allí me lanzó al suelo, yo metí ambas manos para proteger mi cara, raspando las palmas al hacerlo, la toalla quedó a un lado, yo trate de taparme con ambas manos, no quería ser vista por el, no deseaba ser vista por nadie.

— Al coche — Me ordeno.

— ¡No! — le grite con todas mis fuerzas.

Él se acercó a mí y de un jalón me levanto, fue muy doloroso, mi brazo me dolía muchísimo, Donovan era tan brusco.

— ¡Por favor suéltame! — Le grite y le di un golpe en la cara.

— los perros agresivos como tu, necesitan ser adiestrados — Me dijo con un atisbo de sonrisa.

Él me llevo a rastras al coche y me lanzó dentro, después me tiró la toalla a la cara y él también se subió.

— Eres malvado — Le dije entra lágrimas.

Donovan volteo a verme y sonrió.

— ¿porque? si solo te he mostrado mi lado bueno — me dijo con una leve sonrisa.

Yo empecé a llorar más fuerte.

— deja de llorar, aún no te he hecho nada — me dijo.

No podía dejar de hacerlo, estaba demasiado asustada.

— ¡deja de llorar! — Me ordeno.

Donovan me tapo la boca con su mano, apretó muy fuerte, tan fuerte que pude escuchar crujir mi mandíbula.

— Silencio — Me dijo de mal humor.

Yo asenti con la cabeza de inmediato, él quito la mano y empezó a acariciar mi cabello.

— que está sea la última vez que no acatas una de mis órdenes — Me advirtió amenazante.

Yo volví a asentir con la cabeza.

— ¿a dónde me llevas? — Le pregunté.

— no te he dado permiso de hacer preguntas, tu solo puedes hablar si yo te lo permito —Me dijo.

Esto era peor que estar en la cárcel. Yo me acomode la toalla bien y me quedé quieta y en silencio en mi lado del asiento, tenía tanto miedo a que algún ruido saliera de mi boca, y que el hiciera algo para lastimarme.

Donovan saco su teléfono y empezó a hablar con alguien. parecía una conversación bastante seria, lo malo era que no entendía nada ya que estaba hablando en otro idioma.

— deja de mirarme — Me dijo.

Yo agache la mirada de inmediato.

Él termino la llamada y solo se quedó en silencio, yo mire disimuladamente a su lado y él me estaba mirando.

Yo empecé a llorar otra vez, esto tenía que ser una pesadilla, no era justo que me pasar esto, se supone que ya había recibido mi castigo.

*

El coche se detuvo frente a un enorme casino, Donovan se bajó del coche y me miró.

— baja — Me ordeno.

Yo no moví ni un músculo.

Él se quitó el saco y me lo lanzo, yo lo tome con mi mano temblorosa y me lo puse.

— ¡baja ya! — grito con rabia.

Sali del coche y mire a mi alrededor, tal vez habia algún policía cerca.

Donovan me agarró del brazo y camino conmigo hasta entrar al casino.

— Esto que estás haciendo se llama secuestro — Le dije.

Donovan me hizo subir al ascensor.

— lo sería si fuera otra persona, pero no aplica para mí — me dijo.

Las puertas del ascensor se cerraron y con ellas mi esperanza de huir.

El ascensor se detuvo, Donovan me saco de allí y me hizo caminar hasta una oficina, en ella había un hombre de mediana edad.

— buenos días señor Gross — saludo el hombre.

— Buenos días — contestó él.

Él hombre me quedo mirando y después desvío la mirada de mi.

— retirate — Le ordenó, él hombre asintio con la cabeza y salió de la oficina.

— siéntate — me ordeno.

Yo no me moví, y él se acercó a mí.

— ¡que te sientes! — volvió a ordenarme.

levanté la barbilla como signo de rebeldía, no iba a dejarme intimidar.

— ¡no! — le dije con determinación.

Me agarró del cabello con fuerza y me miró a los ojos.

— Yo lamento en el alma lo que pasó con tu papá, pero no tienes el derecho de tratarme de esta manera — le dije llorando.

Él apretó más el agarre en mi cabello.

— si lo tengo — me dijo.

Donovan me acerco mucho más a él.

— he traído un pequeño incentivo para que seas más obediente — me dijo mientras me taladrada con sus ojos demoníacos.

El grito algo y la puerta se abrió, entraron dos hombres que sostenían a mi padre, que estaba golpeado.

— de alguna manera tengo que cobrar lo que ustedes me hicieron perder, ya sea contigo o con tu padre — me dijo.

Papá me quedo mirando.

— Lorena por favor ayúdame — me suplico.

Cerré los ojos con fuerza y asentí con la cabeza.

— déjalo por favor, yo haré todo lo que me pidas, pero no le hagas daño por favor — le dije.

Donovan me soltó y camino a mi padre.

— espero que estes diciendo la verdad, por qué la próxima vez lo voy a matar — me advirtió.

Yo corrí a mi papá y lo ayude a sostenerse en pie.

— te espero aquí mañana a primera hora, ahora vete y llévate al inútil de tu padre — me dijo de mal humor.

Ayude a papá a caminar fuera de la oficina de Donovan.

— ¡por favor papá ya para! ¿Acaso no te das cuenta que me lastimas? — le pedí.

El se quejo por lo que le dije.

— eres mi hija, tienes que ayudarme, y yo ya estoy viejo, no sobreviviría un día tras las rejas — me dijo.

Ambos subimos al ascensor.

— ¿Y si lo denunciamos? — Le pregunté, ya que era un delito lo que el había hecho.

— ¿estás loca? Denunciarlo sería como firmar nuestra muerte — me contó.

Baje con papá del ascensor, las personas que estaban en el lugar nos quedaron viendo, pero yo seguí con mi padre, las miradas no me importaba en lo más mínimo, solo quería sacar a mi papá de este lugar.

— Tu abuelo tiene cáncer — Me contó papá.

Yo me detuve en seco, eso que el estaba diciendo era una vil mentira, mi abuelito no puede estar enfermo.

— si no me ayudas, Donovan nos quitará la casa, tu abuelo quedará en la calle, tal vez solo le queden un par de meses — me dijo.

Salí del casino con una pena enorme en el pecho, la felicidad me había durado muy poco, pero iba a hacer todo lo posible por mamtener a salvó a mi abuelito, y también a mí padre.