Vanesa pone el cuchillo en la cara de Aurora, alcanzando a hacer un corte muy pequeño, ya que fue distraída por golpes en la puerta, lo que da tiempo a Aurora de empujar a Vanesa, y tirarse al piso, tomando el botiquín qué había dejado al lado de la cama, dándole un fuerte golpe a la mujer con él en la cara.
—Señora, soy Magdalena. Me dijeron que está aquí, vine a traerle sus cosas. —Se escucha al otro lado de la puerta.
—Magdalena... ¡¡AYUDA!! —Grita Aurora, porque Vanesa se recompone rápidamente y empieza a coger cosas al azar, para lanzárselas a la mujer que busca la manera de salir de la habitación. Magdalena, qué escucha la petición de su jefa, empieza a tocar la puerta con desespero.
—¿Señora que pasa? ¿Está bien? Ábrame por favor...
—Ni siquiera lo pienses. —Le dice Vanesa qué la ve muy cerca a la puerta.
—No lo pienso. ¿Dime por qué querías que te firmara ese papel?
—No lo sé. Simplemente, me pidieron que lo hiciera, por una gran suma de dinero.
—¿Quién te lo pidió?
—¡