El fin de semana pasó y la feliz pareja estaba de lo mejor disfrutandose en todos los sentidos.
El miércoles de esta semana Alexander viajaría a Costa Rica por asuntos de trabajo.
- Amor quiero que vengas conmigo.
- No cariño, aunque me gustaría acompañarte no puedo porque hay que avanzar en el caso del señor Romanov, recuerda que ya nos queda poco tiempo para presentar el caso ante la corte.
- Tienes razón amor, es mejor que uno de los dos se quede para avanzar en ese caso. Aunque me hubiese encantado llevarte, no es posible que vaya a estar una semana sin hacerte el amor.
- Ay Alexander ya controlate, pareciera que fueras tú el que está embarazado y con las hormonas alborotadas porque solo con apetito de sexo pasas, aunque eso me encanta de tí. Le digo tocandole su trasero y mordiendome el labio inferior en señal de deseo.
- No me provoques cariño porque se nos hará tarde para ir a la empresa y hoy no puedo darme el lujo de llegar tarde po