No la quiero involucrada en eso, ya es suficiente con que este conmigo, beso sus labios una vez más y se separa de mí. Le guiño un ojo y antes de que se aleje de mí, tiro de ella y la envuelvo en mis brazos y vuelvo a besarla. No me canso de hacerlo, sus labios son como una adicción para mí, son suaves, dulces, tiernos y pueden hacerme perder el sentido en cuestión de segundos.
– ¿dormiste bien? – pregunto pegado a sus labios y sonríe
– como un bebe – rio y me separo de ella
– Ponte un traje de baño, saldremos en el yate – le digo alejándome de ella porque si no lo hago la tomare en este instante y le hare el amor una vez más.
– ¿Claus y Max vendrán? – pregunta con curiosidad y asiento
– no puedo dejarlos solo – digo camino hacia la puerta – te veo abajo, no tardes mucho – salgo de