Lucciano salió del edificio de Miguel Ángel y manejó sin rumbo fijo. ¿Cuanto tiempo pasaría que no se percató de en qué momento llegó al bar del IMPERIAL CLUB? recordó cada baile y presentación que vio de Luggina en ese escenario. ya estaba muy ebrio, tanto que no se dio cuenta de en qué momento, y ni quién lo llevó a su departamento. Dayanara había logrado su objetivo, separarlos sin intervenir mucho en sus vidas.
Dayanara llevó a Lucciano a la habitación le quitó la ropa y se metió con él, entre las sábanas, nuevamente sacó diferentes fotos para enviarlas.
Una semana pasó desde que Luggina salió de las oficinas de Alessandro.
Cada día iban al puerto a esperar y siempre con la misma noticia.
— No regresará hoy.
Pero esa tarde ya casi noche, nadie se esperó lo que el jefe de la capitanía de puerto le diría.
— Señor Alessandro, el jefe de la capitanía del puerto está aquí, solicita que lo atienda con carácter de urgencia.
— Házlo pasar Marta, y trae café por favor.
Ordenó a la asis