Lucciano salió primero del departamento para ir a la oficina, suena el tono de su celular y era mensajería cargada de imágenes. Las miró y vió cada una de ella, y con fecha de cuando fueron tomadas.
— ¡Esto debe ser una jodida broma! Luggina y Miguel Ángel no pueden. Sonó el timbre de mensajería y eran nuevas fotos, las de hoy. Nuevamente Miguel Ángel cargando a Luggina para llevarla al ascensor.
Lucciano miró fijamente cada una de ellas, se pasó la mano por el cabello y recordó las palabras que Luggina habló.
—Era con el con quién hablaba ayer. ¿Qué secreto tienen guardados ellos dos? ¿Cómo es que él será tan feliz como ella, y que luego serán felices los dos, ¿Luggina me estás jugando sucio?
Lucciano salió de la oficina envuelto en un mar de dudas. Tomó el ascensor y llegó al parqueadero.
Subió a su Lamborghini Gallardo y salió en dirección del departamento de Miguel Ángel.
Llegó al edificio, y subió al ascensor. Para llegar al piso según para encontrarlos infraganti.
Llegó al p