Ya es de día, no recuerdo en qué hora me dormí anoche, pero lo que sí recuerdo es que dejé un beso en los hermosos cachetes de mi jefe.
Miro el reloj y son las 3:30 de la madrugada afortunadamente el señor sale a las 5 a trotar, lo que quiere decir que tengo media hora más, ¡No! a las cuatro tengo que preparar su ducha caliente, lo estaba olvidando.
Me pongo mis zapatos y me dirijo al baño, eso sí antes de entrar tocó, porque yo sí soy una persona educada, no como otros burros .
Al ver que nadie me responde entró confiadamente y por fortuna no hay nadie.
Hago mis necesidades, me lavo mi cara, luego me cepillo, y lista, como nueva, no es que yo me crea la última coca-cola del desierto pero hermosa si soy.
Soy una mujer muy bella y de eso estoy muy segura excepto ciertas personas envidiosas (Tayyar)
Preparo la ducha caliente del señor, y dejo que el agua haga su función mientras voy a la cocina, el dice que no toma ni pizca de agua en la mañana pero yo eso lo veo mal, pienso que l