Capítulo LXIX
De retorno a casa se encuentra a Carlos ya con los niños allí, ya él había cerrado la óptica y se había venido a la casa.
Carlos estaba molestó con Mercedes pues ella nunca salía sin decir a dónde iba, eso a él le causó mucha curiosidad y no podía resistir, la duda se apodera a de él.
Casi no podía creer que Mercedes hiciera algo así cuando era ella quien siempre decía el próximo paso a ejecutar.
Pero lo que él no sabía era que Mercedes si algo la caracterizaba era ese carácter fuerte y aguerrido. Carlos creía que iba a montarle la pata a ella como se dice coloquialmente, es decir; dominarla a su antojo, y que él se le iba a revelar, pero estaba muy equivocado. Con ella nadie podía.
Mercedes tenía el don del amor, amaba desmedidamente y cuando se entregaba lo hacía con todo, pero de igual manera era cuando se enojaba y tenía que resolver sus asuntos.
Siempre fue una mujer luchadora e independiente, Carlos no supo valorar a Mercedes cuándo la tuvo sumisa, la parte mala