Capítulo 351
La voz de Erwin llegó rápidamente: —Andrés, ¿ya llegaste?

Al escuchar la voz, Andrés levantó la cabeza de inmediato.

Cuando vio que Erwin llevaba puesta una bata de dormir holgada, con el cinturón apenas atado a la cintura, su expresión se oscureció hasta el extremo, y con voz tensa preguntó: —¿Dónde está Sonia?

—¿Qué?

—¡Te pregunté dónde está Sonia!

Andrés avanzó unos pasos y agarró con fuerza el cuello de la ropa de Erwin.

—Tranquilízate —dijo Erwin—. No te preocupes, tu esposa está bien, acaba de quedarse dormida.

Mientras hablaba, soltó una risa.

¡La mente de Andrés quedó en blanco por un instante!

Pero no dijo nada, solo soltó el cuello de la ropa de Erwin y corrió directamente hacia el piso de arriba.

Sonia parecía haber escuchado el ruido y justo en ese momento salía de la habitación.

Al verla de pie frente a él, ilesa, Andrés ya no pudo contenerse más y avanzó rápidamente para abrazarla.

Ella estaba bien...

Esta información inundó la mente de Andrés y fue más importante que cua
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