Ahora que la flor ya está marchita y muerta, ¿qué sentido tienen el sol y los cuidados que llegan tarde?
Sonia se preparaba para volver a cerrar los ojos.
Pero al momento siguiente, de repente notó algo más en el otro lado del tocador.
El juego de productos para el cuidado de la piel, si no se equivocaba, era la marca que solía usar.
Luego, el cordón de la cortina de la ventana, y después, en el vestidor de enfrente, a través de la puerta de vidrio transparente, colgaban ropas que le resultaban muy familiares.
Fue en ese momento cuando Sonia se dio cuenta de que él había trasladado todas las cosas que ella había dejado antes.
En realidad, esas cosas ni siquiera eran de Sonia.
La ropa era de las que Fabiola le había hecho comprar, para que pudiera salir vestida acorde a la identidad de "señora Campos". Como no había gastado su propio dinero, Sonia no las había llevado cuando se fue.
Cuanto a ese juego de productos para la piel... probablemente ya habían caducado, ¿no?
Mientras Sonia pen