Capítulo cincuenta y uno : Confrontación.
Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda como ese momento, y ni siquiera entendía porqué, Aaron adoraba a Gäel y le gustaba cargarlo, de alguna forma le recordaba a cuando hacía lo mismo con su hermanito a quién no podía ver seguido por la distancia y el haberme conocido faltando poco para el parto lo hizo más cercano, pero esto no le causó gracia en lo absoluto a David quién desde antes sentía celos, quizás el ver al pelirrojo sosteniendo al bebé revivió esos sentimientos negativos en el CEO.
— ¿Siempre que venga a verte voy a conseguirte con Jules? — Preguntó con cara de pocos amigos.
— Si, obvio, soy su vecino y único amigo aparte de Silvanna. Además el será mi ahijado.
— ¿Quien lo dice?
— Yo lo digo — Sostuvo mirándolo desafiante.
Y ahí íbamos otra vez.
— Jules, creo que él está excediendo los límites de mi paciencia ¿Que hace sosteniendo a mi hijo?
— Nuestro hijo — Corregí — Y no le veo lo malo siendo que es mi amigo y solo está pasando tiempo con él, tu familia puede hacer