La muerte nos alcanza en momentos inesperados, como una bala en el pecho en medio de una trifulca para derrocar gobiernos, un accidente automovilístico provocado por conducir bajo estado de ebriedad o una enfermedad terminal. No lo sabemos, cualquier día puede ser nuestro turno. Quisiera decir que mis determinaciones son una ensoñación, por ahora quiero analizar los primeros pasos que me lleven a una comprensión de mi individualidad.
En primer lugar, escribí esta historia debido a las dificultades existenciales que me abordaban, además, me di cuenta que mi muerte sería terrible, y que estaba predestinado a escribir porque no sabía otra cosa qué hacer según tales designios. A mi parecer, la fatalidad nos toma por sorpresa, y a veces no hay salida, nos encontramos arrinconados contra la pared, sin poder hacer nada al respecto. Somos env