Elisa se sentó en el mueble con paloma después de ayudar a duchar a Emanuel y dejarlo profundamente dormido en su cama.
—Estaba agotado —le dijo y la muchacha asintió con la cabeza únicamente, desde que habían llegado Elisa la sentía más retraída y pensativa.
—Parece que se la llevan mejor —le comentó y Elisa meneó la cabeza —Mucho mejor —estiró la mano y movió el cuello de la camisa de Elisa destapando un poco de piel.
—No me digas que es un chupetón —le preguntó Elisa y la muchacha asintió —No debiste ver eso —le dijo azorada y se cubrió el rostro con las manos y paloma dio una amplia sonrisa.
—No, si me parece genial, me alegro mucho por mi hermano, ya era hora de que encontrara a alguien. ¿Quién se iba a imaginar que CERBERO haría esto? —Elisa asinti