NOCHE DEL DÍA CINCO ANTES DE LA LUNA DE SANGRE

CIMA DE PICO SAGRADO

El viento nocturno y las respiraciones agitadas reinaban en el ambiente. Kiara sostenía con más fuerza de la necesaria su espada de plata, manteniéndola firme ante ambos seres ancestrales, la brisa nocturna revolvía sus cabellos y sus ojos pasaban del hocico jadeante de Ingolf, a la fría mirada de Drako.

-¿Qué año es este?- El vampiro se acercó un poco a ella, pero Kiara no retrocedió ni un centímetro.

Ingolf sin embargo comenzó a reírse.

-Deberías olerla detenidamente, hermano…-

Drako no tenía idea de lo que hablaba el lobo, pero ya que tenían tiempo de sobra, decidió seguir su consejo e inhalo profundamente, y no evitó su gesto de asco.

-Lo único que huelo es un cadáver andante invadido por Wrym…- Drako observó a la extranjera, desde su memoria, ella seguía viéndose exactamente igual que en aquella época, pero con un olor nauseabundo emanando de su cuerpo.

-Así que… Dejaste que el Wrym invadiera tu cuerpo… ¿Por