Capitulo 30 Cínica.
Dias después, Aitana y Julián llegaban a Madrid y allí estaban esperándolos los dos cómplices con una cara de felicidad indescriptible.

Lautaro había insistido en que Julián se quedara con ellos hasta que el joven se pudiera acostumbrar a todo el cambio que experimentaría. En su imaginario, él era el novio de Aitana y no había manera de que alguien le hiciera cambiar de idea, ni siquiera Lucas.

_ Por favor papá, te lo ruego _ le dijo su hijo mientras esperaban que los jóvenes salieran _ te ruego que no hagas ningún comentario sobre una relación entre ellos, no repitas lo que hiciste en Buenos Aires... ¿Vale?

La relación de Lucas con sus padres era muy particular. Quizás por ser el hijo mayor o porque cuando él nació sus padres eran tan jóvenes, los trataba más como hermanos que como padres.

_¡Lucas... creo que a veces te olvidas que soy tu padre! _ le dijo Lautaro enojado _ deja de decirme lo que tengo que hacer o no. Me agrada mucho ese muchacho, creo que está enamorado de tu herm
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