Su intención es clara, deberías irte.
Pero parece que Xenia no entiende la mirada de Sofía y en cambio, invita a su novio a sentarse también con ellos, diciendo: —Ya que nos encontramos aquí, deberíamos comer juntos.
—Esto no parece apropiado, podría molestar a tu amigo, —dijo Sofía en voz baja.
Xenia se rio y dijo: —Claro que no, esto es más divertido si estamos todos juntos.
Sofía se sintió muy impotente y baja la cabeza en completo silencio.
La verdad era que no quería ver a Xenia aquí, y mucho menos comer con ella.
Pero no pudo decir absolutamente nada.
Simón simplemente dijo con calma: —Un encuentro es mejor que una invitación, estar juntos está bien.
Pero en ese momento, Xenia dice: —Simón, ¿tú sabes cuánto cuesta comer aquí?
—La verdad es que no tengo idea, raramente vengo a este tipo de lugares.
Esa fue la verdad que Simón comía comida occidental pocas veces, así que realmente no lo sabía.
Xenia sonrió con gran desprecio y dijo: —Una comida para dos personas cuesta alrededor d