En este momento, Simón avanzó hacia Darío, quien estaba fuertemente atado.
Darío estaba siendo torturado por la fuerza eléctrica, parecía estar siendo sometido a un castigo, y sus gritos eran incesantes.
—¿Cómo te sientes? ¿Es agradable? — Simón preguntó con frialdad.
En este momento, Simón podía lanzar hechizos de nivel intermedio y por debajo sin necesidad de sellos mágicos ni palabras místicas. Prácticamente todos sus hechizos eran instantáneos, lo que mejoraba significativamente su poder de combate.
Sin embargo, esta increíble habilidad dejó a Darío y a Alejandro completamente aturdidos y asustados. ¿Cómo era posible que alguien tuviera un poder tan aterrador?
Mientras tanto, la multitud en la sala estaba boquiabierta. Incluso los secuaces de Darío estaban paralizados, sin atreverse a acercarse para ayudar a su líder.
La mirada de terror en los ojos de Darío mientras miraba a Simón era evidente. Parecía incapaz de articular una palabra.
Simón resopló con desprecio y se dirigió a Al