Capítulo 1383
Desideria temblaba del miedo, se arrodilló y, aterrada, dijo:

—Su Santidad, no sabía que era usted. Si lo hubiera sabido, jamás me habría atrevido a ser tan irrespetuosa. Por favor, perdóneme.

—Jeje, si hubiera venido aquí como el Papa, no habría visto sus verdaderos comportamientos y oscuras e intenciones. — Dijo Simón.

Gabino y Dagoberto se arrodillaron con humildad pero muy asustados, diciendo: —Su Santidad, por favor, perdónanos. Prometemos no volver a hacerlo.

—¿Perdonarlos? ¿De verdad creen que con su comportamiento merecen ser perdonados? — Simón gritó de repente, haciendo temblar descontroladamente a todos.

Simón ahora estaba en el Reino de Chile, tenía millones de seguidores, y el número crecía cada día más. Era una figura suprema adorada por muchos.

Incluso Belisario y su gobierno dependían en gran medida de la Iglesia del Dragón de Fuego. La posición de Simón en el Reino era de veras insuperable.

Si esta noticia se filtrara, no sería necesario que Belisario y Simón los cast
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