Capitulo 1940
—La última vez perdiste, ¿no quieres una revancha?

Miguel, al ver la actitud tan arrogante del hombre, sintió cómo su ira se disparaba. Con una mirada fría, dijo:

—Sube al auto.

Simón y Miguel se subieron enseguida al vehículo, y tan pronto como Miguel comenzó a sacar el auto del estacionamiento, el hombre de la gorra ya había colocado su auto junto a ellos. Bajó la ventana y le hizo un gesto a Miguel para que hablara.

Miguel bajó en ese momento su ventana y preguntó:

—¿Cómo quieres competir?

En ese preciso momento, el hombre de la gorra escupió el chicle que tenía en la boca directamente en la cara de Miguel, soltando una risa burlona. Aceleró con brusquedad, haciendo rugir el motor de su lujoso auto mientras gritaba:

—Si logras alcanzarme, será tu victoria.

—¡Maldito idiota! —gruñó Miguel, limpiándose el chicle de la cara y tirándolo al suelo.

Simón, con tono sereno, dijo:

—Ahora entiendo muy bien porque estabas tan enfadado. Dale, Miguel, te apoyo incondicionalme
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